Si no eres especialmente fan de cargar mochilas de hidratación y prefieres cargar tu bebida en botellas para poder llevar más cantidad, los envases térmicos de acero inoxidable son también una excelente opción que te puede acompañar en tus viajes.
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Claro que sí, lo único que debes tener en cuenta es que este tipo de termos, al ser más económicos, también tienen una calidad peor de materiales, lo que hace que su efecto térmico dure menos y por lo tanto, el agua aguante fría menos tiempo. Si estás buscando una botella de acero que pueda aguantar durante más de un día la temperatura de tu bebida, necesitas buscar modelos de gamas más altas, como por ejemplo en Amazon. Sigue nuestro enlace y verás las mejores opciones que tienen disponibles.
La mejor manera de limpiar una botella de acero es llenarla hasta la mitad con agua y ponerle unas gotas de jabón lavavajillas. Tápala y agítala unos segundos. Luego enjuaga.
Si el cuello de la botella es demasiado angosto, apóyate con una escobilla de botellas (algunas incluso la traen al momento de la compra). Además, recuerda limpiar a fondo la tapa, así como las rendijas de la misma para que no quede suciedad escondida.
Lo bueno de los lavavajillas es que solamente tienes que poner la botella ahí con el resto de tus platos. Solamente encárgate de ponerla boca abajo y destapada. No te olvides de la tapa o la pajita (si la tiene).
Llena la botella aproximadamente al 20% con vinagre blanco. Luego, termina de llenarla con agua. Deja que la mezcla actúe toda la noche y en la mañana tira la mezcla. Enjuaga la botella y ponla boca abajo para que escurra sola.
Pon una cucharadita de lejía y una de bicarbonato de sodio en la botella, luego llénala de agua. Deja la mezcla actuando durante la noche. A la mañana siguiente vacíala y enjuaga. Igual que con el vinagre, ponla a secar boca abajo. Esta es la mejor manera si tu botella ya huele muy mal.